¿Cómo cuidar y proteger las almohadillas de los perros?

Las almohadillas son el calzado de los perros. Su función es básicamente proteger el roce del suelo y amortiguar el peso del animal. Son Importantes, ¿verdad?, unas almohadillas fuertes y sanas equivalen a mantener la suela de tu calzado en buen estado. Por ello en este artículo compartimos algunas claves para el cuidado de esta zona tan delicada e importante de las patitas perrunas.  

¿Por qué es importante cuidar las almohadillas de los perros?

Por lo tanto las almohadillas cumplen una función protectora, son amortiguadores y a la vez escudos. Pero, a pesar de ser resistentes y estar preparadas para correr o saltar, las almohadillas están muy expuestas y requieren un cuidado especial si no quieres dejar de ver correr a tu perro en pleno apogeo de felicidad. 

Los perros tienen cuatro almohadillas digitales en cada pata con depósitos de grasa que aportan elasticidad y reducen el impacto al apoyar las patas en el suelo, evitando el desgaste producido por el roce, fracturas o lesiones musculares. 

También contienen glándulas sudoríparas que ayudan a mantener las almohadillas hidratas para evitar el agrietamiento. Pues la sequedad y el agrietamiento son síntomas evidentes de que sus almohadillas no están sanas. 

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Problemas o lesiones frecuentes en las almohadillas de los perros

El agrietamiento por falta de hidratación, una herida producida por un objeto cortante o la temperatura del suelo son las causas más frecuentes que condicionan el bienestar de nuestros queridos amigos peludos. 

Para que puedas saber cómo actuar en cada caso, a continuación compartimos algunos  consejos sobre cómo proteger y cuidar las almohadillas de tu perro. 

Mirar antes de pisar

Aunque al principio comparábamos las almohadillas con el calzado, en realidad tu perro va descalzo. El suelo para tu perro puede ser un campo de minas por donde corre y en cualquier momento pisar donde no debía. 

Si tu perro se ha cortado provocando una pequeña herida, lo que debes hacer es limpiarla para comprobar su alcance y asegurarte de que no queda rastro de suciedad, arena o piedrecillas. 

Si se trata de una herida pequeña y no necesitas salir corriendo al veterinario, coge el botiquín y desinfecta la herida. A continuación puedes taparla con una gasa esterilizada, ya que a pesar de ser bueno dejarla al aire libre, será una misión complicada mantenerla desinfectada y limpia. 

Para favorecer la cicatrización, puedes aplicar una crema o ungüento que mantenga la zona bien hidratada y promueva la regeneración de la piel. 

En caso de tratarse de una herida profunda, acude a su veterinario para que pueda actuar o facilitarte las indicaciones para curar la herida. 

Cuidado que quema

Otra de las dificultades a las que se enfrentan nuestros amigos peludos cuando corren o pasean es aguantar la temperatura del suelo. 

En verano el asfalto llega a alcanzar temperaturas tan altas que pueden provocar quemaduras en las almohadillas de tu perro. Evita los paseos en las horas de más intenso calor y elige rutas más verdes donde tu perro pueda pisar un suelo más fresco. 

Si tu perro vive en zonas frías donde suele nevar o hay placas de hielo, recuerda que el frío extremo también puede quemar. 

Más vale prevenir que deshidratar

Las grietas en las almohadillas son especialmente frecuentes en los perros con hiperqueratosis canina, debido a la falta de hidratación y desgaste excesivo. 

Emplear cremas o pomadas específicas para reforzar e hidratar la zona, ayuda a fortalecer las almohadillas y hacerlas más resistentes, evitando así la sequedad extrema y en consecuencia agrietamiento.  

Nuestra recomendación animal más natural

Para darle un cuidado natural a tu perro y proteger sus preciadas almohadillas como se merece  te recomendamos MALLACANN, en textura gel o en bálsamo, que aporta máxima hidratación a la vez que ayuda a aliviar síntomas y promover la regeneración de la piel durante la cicatrización. 

Su fórmula vegana a base de Aceite de Cáñamo aporta una extraordinaria hidratación además de ofrecer un efecto emoliente y calmante. Sus ingredientes naturales han sido seleccionados meticulosamente hasta dar con la combinación perfecta:

  • Aceite y extracto de semilla de cáñamo
  • Aceite de sándalo
  • Aceite de cedro atlántico
  • Aceite de lavanda
  • Aceite de mirto
  • Vitamina E

¿Bálsamo o gel? Tienen los mismos ingredientes, y por lo tanto los mismos nutrientes. No obstante hay una diferencia: con la versión gel, de fácil absorción, tu amigo peludo no tendrá tiempo a relamerse. Sin embargo con el bálsamo o ungüento, que aporta una penetración lenta y profunda, tendrás que entretener a tu amigo de cuatro patas para que no lo confunda con la cena. 

¡Cuida sus patitas perrunas!