Importancia de cuidar y proteger la piel de un caballo
Una piel saludable garantiza el bienestar de tu caballo.
Tener un caballo es una gran responsabilidad que conlleva una gran disciplina a la hora de cuidar al animal, es importante: ofrecerle un espacio amplio y limpio para descansar, seguir una dieta adaptada a su raza y tamaño, mantener una rutina de ejercicio y por supuesto cuidar su piel y pelaje.
Si eres cuidador o jinete, bien sabrás que la piel de un caballo es el reflejo de su salud. También sabrás que un correcto cuidado de la piel de tu equino puede garantizar su bienestar. En este post compartimos algunos consejos para que tu caballo goce de una piel saludable.
Importancia de mantener una piel y pelaje saludables
Al igual que sucede en la personas, el órgano más grande de los caballos es la piel, que puede llegar a medir entre cinco y diez metros cuadrados, y el primero que está sometido a todo tipo de agresiones externas que pueden alterar el equilibrio de la epidermis y en consecuencia afectar el estado de salud y bienestar del propio caballo.
Además de ser su armadura protectora, los caballos transpiran a través de la piel para regular su temperatura corporal durante el ejercicio. Por lo tanto, si quieres que tu caballo disfrute de pleno bienestar, debes empezar por mantener una rutina de cuidado de su piel y pelaje.
Consejos para cuidar la piel y pelaje de un equino
Cuando los caballos no se encuentran afectados por ninguna enfermedad interna que provoque sintomatología en la piel, los problemas en la epidermis suelen ser un signo de exceso a falta de higiene, y en ambos casos hay que buscar consejo de un veterinario para aplicar las medidas correctas.
Este tipo de alteraciones en la piel del caballo, además de afectar al aspecto del animal, puede incluso llegar a influir en la movilidad del animal o derivar en otros problemas de salud mayores. De ahí la importancia de mantener una serie de cuidados que ayudan a mantener una buena salud de su piel.
A la hora de cuidar un caballo, se ha de tener en cuenta algunas pautas básicas que ayudarán a evitar la aparición de problemas cutáneos y mantendrán una buena salud de su piel.
Mantener una rutina de aseo y cepillado del pelaje adecuadas
Un aseo adecuado evita el desarrollo de patógenos, así como el cepillado diario para un buen cuidado del pelaje.
El sudor y la suciedad son un caldo de cultivo de bacterias que pueden terminar irritando la piel del caballo. Para reducir al mínimo la presencia de agentes patógenos es muy importante mantener el equipo siempre limpio: mantas, mantilla y vendas.
Otra clave es mantener una rutina de higiene adecuada. Por suerte a los caballos les encanta el agua, así que la sesión de lavado puede convertirse en un momento especial de conexión entre cuidador y caballo.
Tras la sesión de ejercicio conviene llevar a cabo un aseo adecuado con agua limpia y caliente, para que el animal relaje su musculatura, de esta forma se evita el desarrollo de patógenos que pueden afectar negativamente en la epidermis del caballo.
Además, para reducir los riesgos de alergias después de las periódicas operaciones de lavado es aconsejable aclarar bien la piel del caballo con agua limpia para que no queden restos de los jabones y champús específicos utilizados.
Pero recuerda que nada es bueno en exceso. Por lo que lavar a tu caballo con demasiada frecuencia puede acarrear ciertos riesgos como la pérdida de grasa de la piel, lo que los hace sean más vulnerables ante posibles infecciones.
Otro punto a tener en cuenta durante la rutina de cuidado de la piel y pelaje del caballo es elegir productos de formulación suave, que sean respetuosos con su equilibrio natural para evitar cualquier tipo de intolerancia alergénica o irritación de la piel del equino.
Adecuar la condiciones ambientales del establo
La humedad y el calor es el ambiente ideal para el desarrollo de hongos, principalmente en los meses de invierno cuando los caballos suelen permanecer más tiempo en los establos.
Para evitar la aparición de hongos y su propagación es fundamental que cada caballo tenga su propio equipo de aseo y su material de monta, accesorios que se deben lavar y desinfectar con regularidad.
Evitar el contacto con los alérgenos y cualquier picadura de insecto
Por otra parte, el eczema de verano o dermatitis equina estival es una alergia de carácter estacional que suele afectar a todas las razas de caballos en mayor o menor medida.
Sus causas son variadas y pueden ir desde diversos alégrenos que irriten la piel hasta picaduras de insectos, que sirven de puerta de entrada a los virus y bacterias que producen el eczema. Esta patología provoca un picor intenso haciendo que el animal se rasque o se muerda la zona afectada evolucionando hacia una pérdida de pelo, descamación y lesiones cutáneas, lo que se traduce en mayores riesgos para la salud de tu caballo.
Como prevención, hay que evitar el contacto con los alógenos y cualquier picadura de mosquito. Durante los primeros días cálidos de la primavera, se recomienda evitar sacar a los caballos del establo durante ciertas horas del día, así como se recomienda utilizar repelentes o algún tipo de medida para ahuyentar a los insectos.
Mantener una dieta rica en ácidos grasos Omega3-6-9
Una sobrealimentación, o por el contrario, una alimentación deficiente en nutrientes puede hacer que nuestro caballo esté más expuesto a sufrir problemas dermatológicos.
La clave es mantener el sistema inmune del caballo en un estado óptimo y fuerte para combatir las agresiones que pueden desencadenar problemas de la piel.
Para ofrecerle a tu caballo un complemento natural te recomendamos Vetercann Aceite de Cáñamo Orgánico, un excelente complemento alimenticio que ayuda combatir reacciones alérgicas y los problemas en el pelo o la piel del caballo. Además estimula el sistema inmunológico y aumenta la viabilidad del animal.